Hasta ahora, cuando nos ha parecido que la Covid-19 aflojaba, siempre ha vuelto.
La sociedad está hecha de política, pero un país es su gente. No se tiene que subestimar nunca la fuerza de la gente. Así, los Estados deciden normas y las aplican. Pero la efectividad de estas medidas va ligada a la toma de conciencia de la sociedad. Estas decisiones funcionan si las sociedades entienden que son buenas. En cambio, cuando se aplica una disposición sin haberla trabajado, sin haber conseguido una amplia complicidad transversal, entonces las cosas se encallan y no van bien.
Esta experiencia nos obliga a dar un paso más. Siempre a partir de la verdad, tendríamos que encontrar la manera de comunicar aquello que la comunidad científica ya ha probado. Hablo de la certeza de que la actividad física refuerza el sistema inmunitario. Dicho de otro modo: la actividad física nos fortalece y nos prepara ante un hipotético ataque de la Covid-19. La actividad física es una coraza y todo el mundo la tiene que tener al alcance.
Sabemos que las personas que han trabajado físicamente afrontan el ataque de la pandemia con el cuerpo más preparado, y por tanto, con más recursos y más garantías. Lo sabemos y hasta ahora no lo vemos a todas horas en los telediarios y en las portadas de los diarios. Las teles, las radios y las grandes webs tendrían que ir llenos y no es el caso.
«La actividad física refuerza el sistema inmunitario. Nos fortalece y nos prepara ante un hipotético ataque de la Covid-19. Es una coraza y todo el mundo la tiene que tener al alcance»
Ya no podemos funcionar exclusivamente llevados por la urgencia. Tenemos que ser proactivos, tenemos que ser capaces de implementar medidas preventivas.
Hacer pedagogía de los beneficios de la actividad física en la situación que vivimos sería como cuando en el centro de Europa levantaban diques de contención ante la amenaza de una gran riada. Llovía, los ríos crecían y las casas se salvaban. Esta semana, en cambio, hemos comprobado que cuando los países – ¡algunos de la potencia de Alemania! – no tienen estos diques a punto, llueve, llueve mucho y las consecuencias son devastadoras.
Si pensamos en la gente y en la potencia de un gesto individual multiplicado por la acción de miles de ciudadanos, levantar muchos diques pequeños sería como construir una gran muralla. Y esto es, precisamente, lo que necesitamos.
Tenemos que socializar lo que nos quiere decir la comunidad científica: que la actividad física refuerza el sistema inmunitario. Tenemos que tomar conciencia de ello y se tiene que potenciar la utilización de los centros que están diseñados para la práctica de la actividad física. Y pensando exclusivamente en la gente, estos centros de actividad física tienen que ser declarados centros de actividad esencial. Es de cajón. ¿Por qué? Pues porque lo son: son esenciales.
«Los centros están diseñados para la práctica de la actividad física. Pensando exclusivamente en la gente, estos centros de actividad física tienen que ser declarados centros de actividad esencial. Es de cajón: son esenciales»
Eso sí que sería una gran noticia. Pensad que a la Covid-19 la ganaremos con vacunas y las PCR, pero también tomando decisiones inteligentes y, sobre todo, anticipándonos. Ahora que ya sabemos cómo las gasta, si de verdad se quiere ganar esta pandemia, la clave es la PRP: previsión, rigor y prevención, tres elementos que ahora son tan fundamentales como siempre.
¿Que piensas?