¿Puede cualquiera persona aprender a nadar mejor y más rápido? ¡La respuesta es sí! ¿Cómo? Mejorando dos cosas: la frecuencia de brazadas y la coordinación
Cuestión de física
¿Qué es la velocidad? La regla base que gobierna cómo se produce la velocidad en natación es:
V = LB x FB.
La velocidad (V) es el producto de la distancia recorrida en cada brazada (longitud de brazada o LB) multiplicada por la velocidad a la que se dan esas brazadas (frecuencia de brazada o FB). Según nos aproximamos a los límites superiores de la velocidad a la que se pueden mover los brazos, normalmente, logramos aumentarla solamente si disminuimos la longitud dela brazada. Si aumentamos la frecuencia y disminuimos la longitud por la misma cantidad, la velocidad sigue siendo la misma. Pero esto supone un gasto muy alto de energía que no lleva a ningún lado.
Si nos fijamos en los nadadores más rápidos, ellos nadan con más facilidad y se mueven como si no estuvieran haciendo esfuerzo, ¿verdad?
El primer objetivo que debe plantearse cualquiera persona que quiera nadar mejor y más rápidamente es tener una brazada más larga. Esto se puede conseguirse en dos formas:
- Tirar más fuerte, usando las manos y los pies para empujar el cuerpo más lejos por el agua.
- Reducir la resistencia al avance, adaptar la forma del cuerpo para oponer una menor resistencia, que nos permitirá avanzar más con la potencia que produce cada una de las brazadas.
Si alargas la brazada, pero mantienes la frecuencia, nadarás más rápido. Si aumentas la frecuencia de brazada manteniendo la longitud de la misma, también nadarás más veloz. Pero si consigues aumentar los dos un poco, nadarás mucho más deprisa.
Lo que se hace entre brazada y brazada es mucho más importante que la forma en que se da la brazada. ¿Cuál es el punto en el que el cuerpo se desplaza más lentamente? Durante el recobro. Si mantienes el cuerpo estirado, en equilibrio y alargado durante el recobro mejorará mucho más tu rendimiento que si en ese momento intentas mejorar la velocidad con la mano.
Los grandes nadadores se mueven tan rápido y dan tan pocas brazadas, no simplemente porque den brazadas potentes, sino porque el cuerpo continúa desplazándose hacia delante y de forma rápida durante mucho tiempo después de cada brazada. El 70% de su habilidad para mejorar la longitud de brazada procede de eliminar en todo lo posible la resistencia al avance del agua en el cuerpo. Por eso hay que mejorar también la coordinación.
Coordinación y suavidad
Nadar es un conjunto de movimientos de distintas partes del cuerpo que se mueven en un medio 1.000 veces más denso que el aire y hay que saber mover el cuerpo por qué no está acostumbrado a vivir en el agua como los peces.
Los movimientos aparentemente son independientes uno del otro: el salpicar de las piernas, la rotación del torso por el movimiento de los brazos y la rotación del cuello-cabeza para respirar; pero si unimos todo esto se producen un movimiento linear en el agua. Solo nadando más relajado podrás conseguir una brazada más larga y solo notando con el cuerpo relajado notaras una mejor flotación y podrás dominar más los gestos que comporta nadar crol.
Hay que dejar de pegar el agua con la mano y luchar con ella brazada tras otra. Si luchas contra el agua pierdes, te cansas y las sensaciones son que no estás flotando, que estás hundido en ella. Hay que acariciar el agua cada brazada, mantenerse relajado con el cuerpo y con los hombros para notar más flotación, escuchar las sensaciones de velocidad en la cara y sentir cuanta agua estás moviendo, tanto en la fase de agarre como en la fase de empuje dela brazada. El ritmo de los pies es importante para mantener un equilibrio durante todas las fases de la brazada y ganar más flotación. Esto no quiere decir salpicar a toda pastilla todo el rato, si no encontrar un ritmo que te permita no cansarte demasiado y mantener un buen control de tu cuerpo, una velocidad y una flotación constante.
Observa tu cuerpo y a disfrutar
En fin la natación no es nada más que escuchar el cuerpo y las sensaciones que notas mientras nadas. Para mejorar el crol hay que practicar con muchos ejercicios de técnica, cada uno específico por un gesto. Hay que repetir el mismo gesto 10, 20, 50 y muchas veces más para conseguir que tu memoria muscular lo recuerde. Hay que pensar siempre en el siguiente movimiento. Nunca te centres en el gesto que acabas de hacer mal, si no en que el próximo lo harás mejor, el siguiente mejor aún y el otro también. Después de muchos ejercicios de técnica hay que nadar disfrutando, sin pensar en cómo se pone la mano en el agua, en si estás salpicando bien con los pies, en si tienes que girar la cabeza para respirar… por qué dejas de disfrutar y pierdes el contacto con las buenas sensaciones de la natación, como la de flotar y avanzar sin cansarte.
Esperamos que este artículo os haya sido útil para entrenar y mejorar vuestro rendimiento de natación. Recordad que en los gimnasios DiR de Barcelona ofrecemos sesiones conjuntas y particulares de entreno personal de natación en piscina.
Texto escrito por Giacomo Podavini, entrenador personal de natación del DiR Diagonal y nadador
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