Te ofrecemos algunos consejos nutricionales para eliminar los excesos acumulados durante las vacaciones
Con la vuelta a la rutina y la añoranza de los días de verano se nos hace difícil volver a retomar los buenos hábitos y el estilo de vida saludable, donde la alimentación juega un papel imprescindible. Los excesos nos pasan factura afectando no sólo a nuestro peso sino también a nuestra salud.
Para recuperar nuestra forma y bienestar físico, a veces acudimos a remedios que, a pesar de darnos resultados de una forma rápida, ponen en peligro nuestra salud. Las conocidas «dietas milagro» fomentan la pérdida de peso muy rápido y nos proporcionan cambios «estéticos» en un periodo de tiempo corto, pero son extremadamente deficitarias en cuanto a nutrientes, muchos de ellos esenciales para el mantenimiento de la salud y la prevención de enfermedades. Estas dietas no sólo promueven el conocido efecto rebote o efecto «yo-yo», sino que también causan un estrés metabólico mediante una degradación masiva del tejido graso y del tejido muscular, dando como resultado sustancias inflamatorias que pueden desencadenar alteraciones relacionadas con nuestra salud cardiovascular.
Las consecuencias a menudo tardan en manifestarse y pasan desapercibidas, de ahí la importancia de invertir en un futuro saludable. Por lo tanto, debemos huir de las dietas «milagro» y promover pequeños cambios progresivos basados en una dieta equilibrada que nos aporte todos los nutrientes necesarios para conseguir nuestro objetivo después del verano.
Un primer cambio, y muy importante, es introducir las 5 comidas diarias
En verano nos levantamos más tarde, nos saltamos comidas y algunos de ellos los hacemos copiosas. Esto provoca alteraciones de la glucemia favoreciendo picos de azúcar en sangre y una secreción excesiva de insulina, la cual promueve la formación de tejido graso. Con una buena planificación de las comidas regularemos este aspecto fisiológico, manteniendo un metabolismo activo y favoreciendo la pérdida de peso.
Otro aspecto a introducir son los antioxidantes
El sol oxida la piel provocando un envejecimiento tanto por fuera como por dentro. Es importante introducir alimentos altamente antioxidantes para regenerar el tejido y evitar procesos celulares degenerativos que pueden tener consecuencias fatales para nuestra salud.
Los nutrientes básicos y necesarios para nuestra piel son:
- Los ácidos grasos insaturados. Los encontramos en las semillas, los frutos secos (nueces o almendras), el aceite de oliva virgen, el pescado azul y el aguacate.
- La vitamina E. Es un potente antioxidante que podemos encontrar en los cereales integrales, los vegetales de coloración verde y los frutos secos.
- Las vitaminas del grupo B. Están presentes en muchos alimentos pero hay que prestar atención al ácido fólico, que participa en la renovación celular. Las encontramos en vegetales de hoja verde y legumbres.
- La vitamina C. Mejora la producción de colágeno, el cual mantiene la piel tersa y sin arrugas. Por eso es importante incorporar frutas y verduras crudas.
- El selenio y el zinc. Son dos minerales de gran importancia para el funcionamiento de nuestras defensas. Están ampliamente distribuidos en los alimentos, pero mayoritariamente en los cereales integrales y las legumbres.
- La vitamina A. También desempeña un papel esencial en la renovación de las mucosas y de la piel. Podemos hacer una aportación a través de licuados o jugos de frutas y verduras, especialmente de coloración anaranjada, como la zanahoria, el tomate, los albaricoques, el melocotón, el melón, la sandía, las nectarinas o las cerezas.
Para complementar la ingesta de antioxidantes, además de los mencionados en la lista anterior, te aportamos algunas ideas de desayunos que reúnen los nutrientes necesarios para empezar el día con una buena dosis de antioxidantes:
- Pan de centeno con hummus, pepino, aguacate y semillas de sésamo.
- Pudín de bebida vegetal, papaya y plátano con toping de copos de avena, semillas de chía y frutos rojos (frambuesa y navius).
- Panqueques de avena con queso fresco, aguacate, coulis de melocotón o ciruela con miel y nueces.
- Pan de espelta con rúcula, tomate seco, atún, almendras y albahaca fresca.
Introducir los 5 comidas diarias con un alto aporte de antioxidantes, sin olvidar de practicar ejercicio físico de forma regular, son consejos fáciles e imprescindibles para deshacernos de los excesos de las vacaciones y conseguir una dieta equilibrada.
Recuerda que si quieres conseguir resultados de forma controlada y con un seguimiento profesional, el equipo de nutricionistas del DiR está a tu disposición para resolver dudas, ayudarte a mantener una dieta sana y equilibrada y diseñar un plan a medida que te ayudará a alcanzar tus objetivos de forma segura.
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