Todos estamos expuestos a los mismos microorganismos y, aun así, unos enfermamos y otros no. Lo que marca la diferencia es el estado del organismo, de las células y del sistema inmunitario
Cuanto más débil está el organismo, más fácil será para los microorganismos patógenos -como virus y bacterias- desarrollarse aprovechándose de esta debilidad. Tienes que pensar que se desarrollarán si el medio les es favorable, y si sus defensas se encuentran más vulnerables.
Hay que acostumbrarse a prevenir el crecimiento de estos microorganismos en vez de esperar a que se hayan desarrollado para contraatacar los mismos. Por ello, una buena dieta, una buena higiene y una buena gestión de las emociones y el estrés será la mejor manera de prevenir.
Aprovecha las vitaminas de las frutas y verduras
Son importantes porque aportan betacaroteno, presente en las frutas y verduras de color naranja, rojo y amarillento; vitamica C, abundante en fresas, kiwis y limones; vitamina E, presente en aceite crudo virgen extra, y minerales como el zinc, el selenio y el magnesio, imprescindibles para el buen funcionamiento inmunitario y que se encuentran en los cereales integrales. Hay otros componentes como el sulforafano, presente en el brócoli, con propiedades anticancerígenas; o el glutation S-transferasa, un antioxidante muy importante presente en el calçot.
Tanto la cebolla como el ajo tienen una actividad antibacteriana que resulta muy útil para hacer frente a los resfriados tan frecuentes en invierno. La cebolla descongestiona y el ajo está muy indicado en caso de infección respiratoria, porque incrementa las defensas.
Alimentos prebióticos y probióticos
Los prebióticos son alimentos que contienen sustancias no digeribles por las enzimas digestivas, como las fibras, que estimulan selectivamente el crecimiento de los probióticos, principalmente del lactobacillus y bifidobacterias, que son bacterias de la flora intestinal que te protegen de gérmenes patógenos y estimulan la actividad de las defensas del cuerpo. Son alimentos prebióticos la fibra de la manzana, los cereales integrales y las hortalizas. El yogur es un alimento probiótico.
Ejercicio físico moderado
El ejercicio físico moderado puede potenciar unas defensas llamadas natural killer, que potencian la resistencia a infecciones virales y previenen la formación de células malignas. Hacer ejercicio, además, eleva el estado de ánimo, porque estimula la producción de endorfinas (las hormonas de la felicidad), y alivia el estrés, dos factores determinantes para evitar una disminución de las defensas. Moverse regularmente también ayuda a liberarse de tensiones y emociones perjudiciales para el sistema inmunitario como la rabia y la tristeza. Para obtener estos beneficios resulta crucial mantener una constancia y practicar ejercicio al menos 3 o 4 veces a la semana durante 20 o 25 minutos.
Relajarse y dormir bien
La relajación que aporta el ejercicio y el yoga, así como el sueño reparador, son imprescindibles para compensar el esfuerzo y las tensiones del día. Si no lo aprendes a hacer, a la larga tus defensas se verán disminuidas. Está comprobado que el sistema inmunitario está estrechamente ligado con el sistema nervioso y está directamente influenciado por tus vivencias. La práctica de técnicas de relajación como las visualizaciones y la meditación que se practican en las clases de yoga estimulan las defensas.
Reducir el consumo de estos alimentos
El azúcar, fritos, grasas saturadas, sal, alcohol y cafeína son alimentos que no te aportan ningún beneficio y, además favorecen las inflamaciones y disminuyen la capacidad de reacción de las defensas.
Mantener un cuidado dental
Entre los dientes se acumulan restos de comida que potencian el crecimiento de gérmenes. El sarro dental es un indicador de que tienes que visitar al dentista si no quieres pasar al segundo nivel, en el que esta tosca puede hacer que las encías empiecen a inflamarse (gingivitis) con sangrado y mal aliento, debiliten tu sistema inmune y puedan derivar en un tercer grado más complicado llamado piorrea, que es cuando las piezas dentales comienzan a moverse. La coenzima Q10 es un buen aliado en este tipo de afecciones bucales.
Salud intestinal
El tracto digestivo es el órgano inmune más grande del cuerpo y en él hay una gran cantidad de anticuerpos. Es por eso que deberás prestar atención a las digestiones y las evacuaciones. Las bacterias probióticas presentes en el yogur y en la col fermentada estimulan la flora intestinal y regulan las defensas. También es importante para regular las deposiciones beber mucha agua cada día y comer alimentos ricos en fibra.
Própolis y echinacea
El própolis y la echicacea estimulan la actividad del sistema inmunológico. La echinacea activa la formación de leucocitos evitando el desarrollo de infecciones producidas por bacterias o virus. El própolis es una sustancia resinosa producida por las abejas que es muy rica en flavonoides, que estimulan la producción de anticuerpos y potencian la acción de las vitaminas.
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