Te damos las claves para obtener los resultados que esperas lograr con tu rutina de entrenamiento en el gimnasio
Hoy toca ir a entrenar al gimnasio porque ayer ya te lo saltaste, pero por la mañana tienes que ir a trabajar, después has quedado para comer, por la tarde vas a tomar algo con los amigos y, de repente, ya se ha vuelto a terminar un nuevo día. ¿Te suena esta historia?
Encontrar la manera de ser constante en tu rutina de entrenamiento nunca ha sido una tarea fácil. Según el estudio de la University College de Londres, se necesitan 66 días para convertir una actividad en un hábito. Pero, la verdad, ¿qué más da si son un poco más de 2 meses o 2 semanas si realmente te gusta lo que haces?
El hecho es que uno mismo es capaz de conseguir implantar el hábito del deporte en la vida cotidiana pero depende de factores como la perseverancia, la insistencia o el interés que tengas por conseguir tus objetivos. El otro factor (también muy importante) es encontrar tiempo, por eso te recomendamos estos consejos para intentar ampliar las horas disponibles y tu efectividad en los entrenamientos.
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“A quien madruga…”
Es cierto que este consejo parece útil sólo para una minoría de la población, porque la otra gran mayoría prefiere dormir hasta el límite que permite no hacer tarde al trabajo. Pero piensa que de esta manera no tendrás que sacrificar ninguna otra actividad o compromiso que puedas tener durante el resto del día.
No es nada fácil programar la alarma una hora antes de lo que estás acostumbrado. Pero, ¿y si te comprometes al menos a probarlo sólo un par de días durante una semana? Así verás los resultados y si realmente es un gran sacrificio.
Conoce aquí todos los beneficios de hacer ejercicio durante la mañana.
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Entrenar acompañado/a
Según los usuarios de la app de fitness y salud «MyFitnessPal», el 65% de la gente prefiere hacer ejercicio acompañada porque es más divertido. Es un hecho que encontrar un compañero incondicional con quien compartir las horas de gimnasio, los ejercicios, con quien apoyarse y, por qué no, con quien ir comparando tu progresión, puede ser una solución para no perder la constancia al gimnasio. Así te puedes sentir «obligado/a», ya que tienes el compromiso con otra persona, además de contigo mismo/a.
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Entrenar antes de ir a comer
La típica frase de «voy a comer y después iré al gimnasio», sabes que el 99% de las veces no se cumple. Primero, porque se recomienda esperar al menos 2 horas después de una comida antes de hacer ejercicio; y segundo, porque si de todos modos decides ir, tu rendimiento será inferior y no estarás aprovechando tu valioso tiempo en el gimnasio.
Es mejor si una hora antes de ir a entrenar comes alguna pieza de fruta, una barrita de cereales, un yogur, frutos secos… con el fin de engañar el apetito y poder alargar tu hora de comer para ir antes el gimnasio.
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Tener a punto siempre tu equipación en el mismo gimnasio
Una de las grandes ventajas de los vestuarios de los Clubs DiR es que puedes alquilar una taquilla y dejar allí tu material, como las zapatillas, una muda de recambio, las gafas de piscina, la botella de agua o incluso secar el bañador en secadora. De esta manera puedes ahorrar tiempo y espacio en tu mochila, si la tienes que ir cargando de un lado a otro hasta volver a casa.
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Planificar tu rutina
Uno de los factores que anima a mucha gente a abandonar su rutina de entrenamiento es la desesperación por no obtener los resultados que esperaban a cambio de la energía invertida. La solución a este problema pasa por crear una planificación de los entrenamientos en función a tus objetivos: adelgazar, ganar masa muscular, prepararte para una prueba atlética…
Al tratarse de un factor tan importante para alcanzar tus objetivos de entrenamiento, te recomendamos que consultes a un profesional para asesorarte en tu rutina de ejercicios y poder crear una planificación a medida. Puedes pedir más información en este enlace.
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Convertir este nuevo hábito en una filosofía de vida
A partir de ahora, si quieres ser constante en tu rutina de entrenamiento (y en cualquier otro ámbito), no lo hagas porque alguien te obliga a hacerlo, sino porque te lo pasas bien y porque quieres dedicar una parte de tu vida a ello.
Piensa que hacer deporte de manera regular te abre muchas puertas: conocer gente nueva, tener la oportunidad de participar en competiciones deportivas, sentirte satisfecho contigo mismo, ser una persona activa o aportar valores positivos en tu día a día además de todos los beneficios físicos que aporta el ejercicio a tu cuerpo.
¿Que piensas?