Si te acabas de recuperar de la COVID-19 y el médico te autoriza para volver a hacer ejercicio, tenemos que tener en cuenta diferentes factores antes de volver a la rutina habitual.
¿Qué es la COVID-19?
El coronavirus es una familia de virus en la cual siete variantes causan enfermedades en humanos. Los coronavirus más notables son el síndrome respiratorio agudo severo (SARS) encontrado el 2002 en China. En el 2019, surgió una nueva variante de coronavirus llamada síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2 (SARS-CoV-2).
El virus creó signos y síntomas similares a los de la SARS, lo que provocó la creación inicial del nombre SARS-CoV-2 (CDC, 2021). A principios del 2020, el nombre cambió a COVID-19, que es lo más utilizado hasta ahora. Por lo tanto, el SARS-CoV-2 es el virus y la COVID-19 es la enfermedad que causa los signos y síntomas que experimentan las personas (por ejemplo, problemas respiratorios) cuando sufren la enfermedad.
Efectos a largo plazo de la COVID-19
La mayoría de las personas que contraen COVID-19 se recuperan en dos semanas con pocos o ningún síntoma (CDC, 2021). Sin embargo, personas con afecciones múltiples tienen un alto riesgo de contraer una enfermedad grave por COVID-19.
Los diferentes factores de riesgo incluyen diabetes, obesidad, enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular, enfermedad pulmonar, hipertensión grave, enfermedad renal y gastrointestinal crónica y enfermedad de células falciformes. El tabaquismo y el embarazo también son factores de riesgo (Ejaz et al., 2020).
Los investigadores han descubierto que el 80% de las personas hospitalizadas con COVID-19 experimentaron al menos un síntoma persistente seis meses después de recuperarse (López-León et al., 2021).
Las cinco complicaciones a largo plazo más comunes incluyen (Lopez-Leon et al., 2021):
- Fatiga
- Dolor de cabeza
- Trastorno de atención
- Dificultad para respirar
Otras complicaciones comunes a largo plazo pueden incluir, entre otros, tos, dolor de pecho, fiebre intermitente, dolor músculo-esquelético y palpitaciones cardíacas (CDC, 2021).
Recomendaciones de ejercicio después de la COVID-19
Las investigaciones han ofrecido recomendaciones de ejercicios, posterior a la COVID-19.
Una correcta programación recomendada es utilizar el principio de (Burnet et al., 2019):
- Frecuencia
- Intensidad
- Tiempo
- Tipo
Para deportistas con una capacidad de ejercicio de baja a moderada es recomendable introducir entrenamiento aeróbico, entrenamiento de fuerza-resistencia y flexibilidad (Sheehy, 2020).
En estos casos podemos tener una capacidad de ejercicio limitada a causa del estado de salud después de la COVID-19 o si hemos sufrido la enfermedad de forma grave.
Recomendaciones inicio actividad física tabla COVID-19 (Sheehy, 2020)
Frecuencia: De 2 a 4 días de entrenamiento. Progresa en días, según se tolere el entrenamiento.
Intensidad:
- Ejercicio aeróbico: Ejercicio de intensidad ligera a moderada (40-60% de la capacidad máxima de trabajo, escala RPE 3-4 / 1-10).
- Fuerza: Empezar con 1 serie de 12-20 repeticiones con progresión en número de series, según tolerancia.
- Flexibilidad: Según tolerancia. Estirar y foam roller, sin dolor.
Tiempo: Sesiones de 20-50 minutos de ejercicio cada día de entrenamiento.
Tipo: Los clientes tienen que participar en actividades y programas de ejercicio aeróbico de baja intensidad y entrenamiento de bastante resistencia a intensidades bajas.
(RPE = esfuerzo percibido)
El componente de diversión puede ser de gran ayuda en las primeras fases del entrenamiento, y las actividades dirigidas pueden generar un entorno óptimo de motivación.
Beneficios del ejercicio regular
La importancia del ejercicio regular y buenos hábitos tiene una relación directa con la función inmunológica (Butler, 2020).
Las personas inactivas (menos de 10 minutos por semana de ejercicio) tienen un mayor riesgo de hospitalización, ingreso a la unidad de cuidados intensivos y muerte por COVID-19. Las personas más activas tienen menores factores de riesgo (Sallis et al., 2021).
Esta evidencia emergente apoya la idea que la actividad física es esencial para la salud y el bienestar de las personas en general y sobre todo para aquellas que han sufrido una enfermedad grave como la COVID-19.
Beneficios del ejercicio regular, después de la COVID-19
a) Mejorar la función de sistema inmunológico.
b) Riesgo reducido de enfermedades crónicas (p. ej., enfermedad cardiovascular)
c) Mejorar la salud mental
d) Riesgo reducido de enfermedades metabólicas (p. ej., diabetes)
e) Función cardiovascular mejorada
f) Mantenimiento de la fuerza músculo-esquelética
g) Prevención del aumento de peso excesivo.
h) Mantenimiento de la movilidad articular y la flexibilidad de los tejidos blandos.
Jordi Notario
Codirector DIR OUTDOOR
Horarios Actividades Outdoor
Horarios Actividades Dirigidas
REFERENCIAS
Burnet, K., Kelsch, E., Zieff, G., Moore, JB y Stoner, L. (2019, 1 de febrero). Una perspectiva de una transición desde el uso exclusivo de frecuencia, intensidad, tiempo y tipo en la prescripción de ejercicio. Physiol Behav, 199, 33-34.
Lopez-Leon, S., Wegman-Ostrosky, T., Perelman, C., Sepulveda, R., Rebolledo, PA, Cuapio, A., & Villapol, S. (2021, 30 de enero). Más de 50 efectos a largo plazo de COVID-19: una revisión sistemática y un metanálisis. medRxiv.
Sallis, R., Young, DR, Tartof, SY, Sallis, JF, Sall, J., Li, Q., Smith, GN y Cohen, DA (2021). La inactividad física se asocia con un mayor riesgo de resultados graves de COVID-19: un estudio en 48 440 pacientes adultos. Revista británica de medicina deportiva, bjsports-2021-104080.
Sheehy, LM (2020). Consideraciones para la rehabilitación postaguda para sobrevivientes de COVID-19. Salud pública y vigilancia de la JMIR, 6 (2), e19462-e19462.
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