Conseguir un vientre plano no es una tarea fácil y menos aún si hacemos caso de algunos mitos erróneos que pueden dificultar tu objetivo
Uno de los mitos más famosos es que entrenar diariamente de manera específica esta parte del cuerpo, se consiguen mejores resultados en menos tiempo, es decir, no para hacer más abdominales conseguiremos estrechar nuestra cintura ni eliminar la grasa que se haya podido acumular en ella.
La zona abdominal, al igual que cualquier otro grupo muscular, precisa de una adecuada relación entre el tiempo de entrenamiento y el tiempo de recuperación y si este segundo no se respeta corremos el riesgo de producir un sobre-entrenamiento, eliminando las mejoras que se puedan haber producido y aumentando las posibilidades de sufrir alguna lesión.
En cuanto a la grasa localizada en la zona del vientre, no se elimina de forma localizada y, por tanto, el hecho de entrenar específicamente una zona determinada no conllevará una mayor reducción de la grasa de la misma. Además, debemos ser conscientes de que la estructura ósea de la cadera es la que determina la anchura mínima de la misma, viene determinada genéticamente y no es susceptible de modificación.
Por lo tanto, deberíamos centrarnos en intentar conseguir un cambio en la composición corporal, incrementando el porcentaje de masa muscular y reduciendo el porcentaje de grasa. Por eso lo más importante es la relación que se establece entre las calorías que ingerimos en un día y las que consumimos en este mismo periodo, si ingerimos menos de las que consumimos nos adelgazar y viceversa.
En cuanto al ejercicio físico, este debería contemplar tanto el entrenamiento muscular que nos permita aumentar nuestro tono y masa muscular provocando una aceleración de nuestro metabolismo y poder quemar más calorías para hacer las mismas actividades (incluso durante el reposo), como el entrenamiento de tipo aeróbico para incrementar las calorías totales consumidas en un día.
Combinando la dieta adecuada con ejercicios de fuerza y un entrenamiento aeróbico podremos reducir especialmente el porcentaje de grasa de nuestro cuerpo y en consecuencia nuestro vientre tendrá un aspecto más firme y estilizado.
¿Qué ejercicios son los más adecuados para conseguir un vientre plano?
Para comenzar tu rutina de entrenamiento para tener un vientre plano puedes realizar estos ejercicios al menos durante tres días a la semana:
Sobre la cinta de correr: Empieza caminando 30 minutos sin interrupciones a un ritmo elevado y a medida que vayas mejorando tu nivel puedes empezar a alternar la marcha con carrera suave.
Abdominales oblicuas: Con el pie izquierdo sobre la rodilla opuesta y el brazo derecho detrás de la nuca, levanta el tronco suavemente en diagonal yendo hacia el lado contrario. Comienza realizando 1 serie de 15 repeticiones en cada lado
Abdominales clásicas: Con las piernas flexionadas, la zona lumbar en contacto permanente con el suelo y la cabeza apoyada sobre las manos, realiza un movimiento de enrollamiento separando los hombros del suelo. Mantener los codos separados nos ayudará a no crear excesiva tensión sobre la zona cervical. Comienza realizando 2 series de 15 repeticiones.
La plancha: Boca abajo, apóyate sobre las rodillas y las manos. Levanta el cuerpo suavemente, manteniendo una contracción abdominal, la espalda recta y la cabeza alineada con la espalda.
La tijera vertical: Extendido en el suelo con la pierna izquierda flexionada, elevamos lateralmente la pierna derecha. La cabeza debe estar alineado con el cuerpo y el brazo derecho se mantiene extendido para facilitar el equilibrio. Comienza realizando 2 series de 10 repeticiones para cada pierna.
Si quieres, también puedes realizar las sesiones funcionales express en la sala de fitness, concretamente las sesiones de abdominales de 15 minutos de duración pueden ser una actividad muy beneficiosa si las combinas con un entrenamiento cardiovascular. Así podrás alcanzar tu objetivo de tener el vientre totalmente plano en menos tiempo.
¿Que piensas?