Acabas de salir de una clase de Bootcamp y estás muerto/a. De premio, te tomas un batido proteico en el Saibó y te tomas un día de descanso. Sin embargo, hay muchos tipos de descanso: puedes tumbarte en el sofá y dejar que los músculos se recuperen, o puedes apostar por un descanso activo y acelerar el proceso de recuperación de los músculos.
¿Qué es el descanso activo?
Si pensamos en el descanso, y más en el ámbito deportivo, seguramente la imagen que nos viene a la cabeza es la de alguien tumbado en la cama o en el sofá, sin hacer nada que implique movimiento o esfuerzo. Sin embargo, los músculos se recuperan mucho más rápidamente con otro tipo de descanso: el descanso activo.
Podemos definirlo como un período en el que no se practica el ejercicio habitual (que a menudo requiere mucho más esfuerzo, ya que se lleva a cabo a alta intensidad), pero se sigue entrenando, por suave que sea la actividad.
¿Cómo podemos llevarlo a cabo?
Ejercicios para la recuperación activa hay muchos. Aquí hacemos una pequeña recopilación:
- Yoga: yoga también hay de muchos tipos. En este caso, no nos referimos a las sesiones intensas de Hatha Yoga, por ejemplo, que requieren un grado de esfuerzo muy elevado y duran 90 minutos a alta intensidad. Nos referimos a la práctica relajante del Yin Yoga, por ejemplo, que se basa en asanas sencillas y estiramientos. Con sólo 20 minutos de ejercicios musculares ligeros, se puede estimular la circulación sanguínea y se activan las fibras.
- Senderismo: un paseo por la montaña, por ejemplo, es una muy buena opción, no sólo para subir nuestro estado de ánimo, sino también para aumentar nuestra frecuencia cardíaca. Si en vez de hacerlo al aire libre, quieres hacerlo en el gimnasio, puedes subir a la cinta de correr, pero andar a un ritmo ligero.
- Actividades de bajo impacto: nos referimos a la natación, a la bicicleta, al aquagym…
Recuerda que una muy buena forma de descansar activamente es mediante los masajes. Estos favorecen la circulación sanguínea y son altamente eficaces a la hora de permitir que los músculos se recuperen, evitar lesiones y eliminar más rápidamente las agujetas. Podemos realizar los masajes o bien manualmente, o con la ayuda de un carrete de espuma.
Beneficios del descanso activo
El descanso activo no nos aporta únicamente beneficios físicos; también nos brinda muchos mentales. Al favorecer la circulación de la sangre, ayuda a la mejora cardiovascular y permite que llegue correctamente a los grupos musculares, permitiendo que se oxigenen.
Además, con el descanso pasivo estamos distorsionando el ritmo del entrenamiento, pero con el activo esto no ocurre. Sin olvidar el beneficio que le supone a nuestra condición física que nunca apostamos por el sedentarismo.
Sin embargo, debemos recordar que el descanso es, no sólo bueno, sino necesario e imprescindible. Aunque el descanso activo tenga un montón de beneficios para nuestro organismo, no podemos olvidar que nuestro cuerpo también necesita descansar pasivamente. Debemos hacer una buena combinación.
¿Que piensas?