Según Buttler, si todos los beneficios del ejercicio se pudieran poner en una sola pastilla, sería el medicamento más recetado al mundo. (Butler, 2012)
La evidencia científica apoya los numerosos beneficios del ejercicio. Es difícil pensar en una patología donde el ejercicio no ayude de una manera u otra, ya sea en la prevención, el tratamiento o en la reducción de síntomas.
La RAE define «medicina» como: «Conjunto de conocimientos y técnicas aplicados a la predicción, prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades humanas y, si se tercia, a la rehabilitación de las secuelas que puedan producir».
La Organización Mundial de la Salud define la salud como «el bienestar físico, mental y social, no simplemente la ausencia de enfermedades y dolencias». El ejercicio regular y controlado puede reducir y prevenir la aparición de diferentes patologías y enfermedades, es gratuito y de fácil acceso para la mayoría. También tiene otros impactos positivos en nuestra vida, manteniendo un peso saludable e impacto psicológicos en nuestros niveles de confianza y autoestima. Por lo tanto, se considera que el ejercicio es una medicina que puede mejorar la calidad de vida de las personas.
Igual que los medicamentos, el ejercicio regular produce cambios relativamente predecibles y específicos en nuestra fisiología. Estas adaptaciones tienen lugar tanto a nivel central como periférico e incluyen cambios estructurales, hormonales y bioquímicos. Los diferentes tipos de ejercicio darán lugar a diferentes resultados.
Se ha demostrado científicamente que el ejercicio es eficaz en la prevención y / o el tratamiento de una amplia variedad de afecciones médicas, desde enfermedades cardiovasculares y diabetes hasta artritis, dolor de espalda e incluso ciertos trastornos de salud mental y cánceres. (Lavie te al, 2012)
Es muy interesante la revisión de Pederser y Salten (2015), donde evidenciaban los beneficios del ejercicio en 26 patologías crónicas:
1. Psiquiátricas (depresión, ansiedad, estrés, esquizofrenia).
2. Neurológicas (demencia, enfermedad de Parkinson, esclerosis múltiple).
3. Metabólicas (obesidad, hiperlipidemia, síndrome metabólico, síndrome de ovario poliquístico, diabetes tipo 2, diabetes tipo 1).
4. Cardiovasculares (hipertensión, enfermedad coronaria, insuficiencia cardíaca, apoplejía cerebral y claudicación intermitente).
5. Pulmonares (enfermedad pulmonar obstructiva crónica, asma, fibrosis quística).
6. Trastornos musculoesqueléticos (osteoartritis, osteoporosis, mal de espaldas, artritis reumatoide).
7. Cáncer
También, igual que diferentes medicamentos, el ejercicio también puede tener algún efecto secundario. Por eso es importante conocerlos y minimizarlos, sobre todo seleccionando las actividades físicas más adecuadas para cada persona. De este modo conseguiremos obtener los mejores resultados con el mínimo riesgo. Para conseguirlo es importante una buena valoración previa y una progresión del entrenamiento adecuado. Los profesionales del ejercicio realizarán una prescripción de la forma más segura y eficaz.
Es importante consultar a tu médico si el ejercicio es adecuado para tu caso, teniendo en cuenta tu condición física, anatómica, neurológica, cardíaca, metabólica o cualquier otra patología.
Casi todas las personas, incluidas las mujeres embarazadas, la gente mayor y las personas con afecciones crónicas, degenerativas o discapacitadas, pueden beneficiarse del ejercicio regular, muy diseñado y controlado. Nunca se es demasiado joven o demasiado viejo para empezar. Siempre podemos encontrar aquella actividad que nos permita disfrutar de una práctica deportiva saludable. (Pedersen & Salten, 2015)
Desde DiR llevamos más de 40 años con la visión de transformar el ejercicio en una verdadera medicina y evolucionar constantemente para ayudar a conseguir los mejores resultados, desde la variedad de actividades y servicios (Clubes DiR), localizaciones al aire libre (DiR OUTDOOR) e, incluso, ofertas digitales (DiR en Casa / sesiones en directo) para mantenerte en forma en cualquier momento y a cualquier lugar.
CLUBS: https://www.dir.cat
OUTDOOR/VIRTUAL/STREAMING: https://dirigides.
Jordi Notario
Director DIR OUTDOOR
REFERENCIAS
Coombes, J. S., Law, J., Lancashire, B., & Fassett, R. G. (2015). «Exercise is Medicine»: curbing the burden of chronic disease and physical inactivity. Asia-Pacific journal of public health, 27(2), NP600–NP605. https://doi.org/10.1177/1010539513481492
Pedersen, B. K., & Saltin, B. (2015). Exercise as medicine – evidence for prescribing exercise as therapy in 26 different chronic diseases. Scandinavian journal of medicine & science in sports, 25 Suppl 3, 1–72. https://doi.org/10.1111/sms.12581
Lavie, C. J., Johannsen, N., Swift, D., Sénéchal, M., Earnest, C., Church, T., Hutber, A., Sallis, R., & Blair, S. N. (2014). Exercise is Medicine – The Importance of Physical Activity, Exercise Training, Cardiorespiratory Fitness and Obesity in the Prevention and Treatment of Type 2 Diabetes. European endocrinology, 10(1), 18–22. https://doi.org/10.17925/EE.2014.10.01.18
Vina et al. El ejercicio actúa como una droga; los beneficios farmacológicos del ejercicio. Br J Pharmacol. 2012 167 (1): 1–12. OR Vina y col., Br J Pharmacol. 2012 167 (1): 1–12.
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