Los niños son el presente y el futuro de nuestro planeta. Enseñar yoga a los niños pasa por construir unas bases morales muy sólidas que actualmente como sociedad estamos perdiendo. Dar unas herramientas a los niños para que puedan hacer frente a situaciones mundanas es transmitirles unos valores éticos que les van a acompañar toda la vida en su desarrollo como personas.
En palabras de Marta Rusiñol, profesora de yoga con niños en YogaOne, instruir yoga a niños es ser testigo de “cómo una semilla va madurando en su interior y cómo poco a poco se van a ir notando unos cambios profundos en su forma de entender el mundo y de relacionarse con su entorno”.
Para empezar, Marta Rusiñol nos explica que “los niños deben empezar por aprender los comportamientos que ellos mismos tienen que evitar, los denominados yamas, con el fin de mantener un código ético de conducta en sus relaciones con los demás, con su familia, sus amigos, y en definitiva, con las personas que se vayan encontrando a lo largo de su vida. Los 5 yamas son:
- Ahimsa: No violencia
- Asteya: Ser honestos
- Satya: Decir la verdad
- Brahmacharya: No ser impulsivos
- Aparigraha: Solo tener lo necesario, no ser avaricioso
Debemos tener en cuenta que el yoga es una disciplina que requiere tiempo y dedicación, que no entiende de ritmos acelerados. Los beneficios del yoga en los niños, al igual que en los adultos, se irán percibiendo a lo largo de la práctica continuada, precisamente porque se trata de un desarrollo físico y mental. Las posturas físicas sólo son un reflejo de la elasticidad y flexibilidad mental que está ganando el niño con la práctica.
Por otro lado, como expresa Marta Rusiñol, “los niños son verdad, son frescos y viven más el presente que los adultos, no disimulan; por eso, en ocasiones, como profesora de yoga puedes presenciar con qué velocidad asimila un niño los conocimientos que va adquiriendo en yoga, cómo se va despertando su creatividad, cómo se van volviendo más conscientes con su propio cuerpo, con sus emociones”.
Por lo tanto, a lo largo de la evolución en cada práctica, el niño será capaz de:
- Mejorar su flexibilidad
- Aumentar su fuerza y resistencia
- Fortalecer sus músculos
- Potenciar su capacidad de coordinación
- Favorecer su propia conciencia corporal
- Mejorar su concentración
- Mantener la sensación de calma
- Relajar la mente
- Permitirse conectar más profundamente con su “yo” interior
- Desarrollar una relación íntima con el mundo natural que lo rodea y una gran autoconfianza
- Fomentar el compañerismo y la amistad
- Promover el respeto hacia el medio ambiente, la paz y el amor
El yoga es también un potenciador de la capacidad creativa en los niños, dada su naturaleza espontánea y curiosa. En este sentido, Marta Rusiñol nos comenta: «a los niños les entusiasma el yoga, crean un fuerte vínculo afectivo con el grupo, comparten con sus compañeros y con sus familias lo que aprenden en el aula».
¿Que piensas?