La Cruz Roja y la Fundació DiR inician la segunda fase que incluye también sesiones de yoga además de técnicas de defensa y de autoprotección
Tras el éxito del taller piloto de autodefensa para víctimas de la violencia machista, impartido a finales del 2017 con la colaboración de la Cruz Roja y la Fundació DiR, ya se ha iniciado la segunda fase con un segundo grupo de mujeres incorporando sesiones de yoga como principal novedad, con el objetivo «de empoderarse y aumentar la seguridad y confianza en sí mismas», según explica Isabel Caba, directora de la Fundació DiR.
El primer taller piloto estaba programado inicialmente con duración de 6 sesiones de defensa personal a cargo de técnicos especializados del DiR, pero acabó alargándose a 10 sesiones. Después de esta buena acogida, en la segunda fase se ha optado por dar continuidad al primer grupo de mujeres ofreciendo también sesiones de yoga y creando un nuevo grupo que ya ha comenzado las primeras sesiones de autodefensa.
Pati, la maestra de yoga que imparte las clases, explica que esta técnica les permite «adquirir nuevas herramientas para autogestionar sus emociones», a través de ejercicios físicos, de respiración, concentración y relajación, y añade que de esta manera «pueden mejorar su nivel de estrés y de ansiedad y aprender a controlar la mente».
En cuanto a las clases de defensa personal, el objetivo es «enseñar técnicas sencillas y herramientas para que puedan adquirir seguridad en las situaciones adversas que se puedan dar», según explica el Samuel, monitor de esta actividad.
Estos talleres, dirigidos a usuarias del servicio ATENPRO de la Cruz Roja, también cuentan con el apoyo de Irene Montalà. La actriz, que ha podido acompañar al grupo de mujeres en algunas de sus sesiones, destaca la importancia de este proyecto por la ayuda que supone para estas mujeres que han sufrido malos tratos.
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