Cuando la buena alimentación se complementa con la actividad física, la combinación es prácticamente imbatible
La mayoría de nosotros nos preocupamos en comer mejor por razones estéticas: en la sociedad del culto a la imagen, ser delgado está bien visto. Vemos los alimentos y los catalogamos en función de si engordan o no, o pensamos que son simple gasolina que nos proporciona la energía para poder funcionar bien durante todo el día.
Por suerte, cada vez hay más personas que son conscientes de que la buena alimentación es la piedra angular de una buena salud y que, cuando esta alimentación se complementa con la actividad física, la combinación es prácticamente imbatible. Alimentarse no es más que proporcionar los nutrientes adecuados a las células y a nuestras bacterias intestinales. Las primeras son responsables del correcto funcionamiento de todo el cuerpo y piden nutrientes de la máxima calidad para poder hacer bien todas sus tareas.
Un ejemplo muy rápido: unas grasas de buena calidad (ácidos grasos, en este caso) permiten que las membranas celulares sean flexibles y garantizan que los nutrientes puedan penetrar bien para obtener la energía que necesitan (glucosa, por ejemplo). Dos nutrientes, dos funciones: uno hace de portero mejorando la entrada del segundo, que es propiamente la energía. Por lo tanto, saber elegir bien las grasas de nuestra dieta condiciona totalmente nuestra salud: unas grasas de mala calidad crearán membranas más rígidas y la célula no podrá rendir al 100%.
En cuanto a las bacterias, ahora ya sabemos que el equilibrio de la microbiota intestinal depende de muchas cuestiones relacionadas con la salud, como el buen estado del sistema inmunológico (las defensas) o la producción de determinadas vitaminas (como la K). Lo que comemos, sobre todo la calidad de lo que comemos, mejora el equilibrio o la empeora, con las correspondientes consecuencias sobre la salud.
¿Qué dicen los médicos y expertos sobre la alimentación?
Hace décadas que los científicos nos dicen que todas sus investigaciones concluyen de forma rotunda en que la mayoría de enfermedades no transmisibles actuales, como la obesidad, los problemas cardiovasculares, el cáncer o la diabetes, por citar algunos, se pueden reducir o evitar completamente con unos buenos hábitos alimentarios.
La evidencia sobre estos temas es abrumadora. La nutrigenética, una ciencia muy joven, también nos dice que lo que comemos modifica la expresión de los genes y activa o inactiva algunas patologías y otras condiciones del organismo. Los médicos y expertos en nutrición deportiva han demostrado que una dieta correcta es esencial para rendir más, para tener mejores músculos, para reducir grasa corporal, recuperarse mejor e incluso para prevenir lesiones.
Como vemos, querer comer mejor para perder algunos kilitos está muy bien y es importante, porque el sobrepeso siempre es un indicador de problema de salud, pero sólo es la punta del iceberg. Ahora bien, cuando alguien intenta comer mejor debe enfrentarse a toda una avalancha de información, a menudo contradictoria, sobre dietas, alimentos, estilos alimenticios, combinaciones… La lista es larga.
¿Pero cómo separar el grano de la paja? Hay dos maneras de hacerlo. La primera es arremangarse y aprender sobre nutrición. Es una buena opción, pero no sirve para todos y hay que invertir mucho tiempo. La segunda es ponerse en manos de un buen profesional de la nutrición que nos dé una mano. En muy poco tiempo notaremos los beneficios. Si hace su trabajo bien hecho no se limitará a darnos una dieta que sacará de un cajón: nos proporcionará una pauta personalizada, nos enseñará qué significa comer mejor y cómo conseguirlo, nos ayudará a perder la grasa que nos toca, en su caso, y pondrá orden en nuestras comidas para tratar de hacer compatible el ritmo de vida actual con una alimentación saludable. Además, también romperá esta visión de la dieta como algo rígido y estricto, sobre todo teniendo en cuenta que mejorará radicalmente nuestra salud y por lo tanto, nuestro bienestar.
Para los que quieran mejorar el rendimiento deportivo encontrarán en la alimentación el aliado ideal y el complemento perfecto para su actividad física y verán como haciendo pequeños cambios conseguirán sus objetivos con más facilidad.
¿Que piensas?