La tercera edición ofrece formación en fitness y prácticas en los centros DiR para facilitar la inserción laboral de un sector de población que ya alcanza el 19%
En el año 2018, la tasa de pobreza y/o exclusión social en España entre jóvenes de 16 a 29 años se situó en el 33%, según confirman los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida del INE, siendo esta la franja de edad con la tasa más alta y situándose en Cataluña en un 18,9% en el total de la población.
Aquí es donde la Fundació DiR vuelve a actuar para ofrecer una alternativa a los jóvenes que se encuentran en entornos vulnerables, con el objetivo de dotar de las herramientas, el conocimiento y las prácticas necesarias para iniciar su carrera formativa como “técnico en fitness”, un proyecto formativo que transmite los valores del deporte como instrumento de cohesión social y establece las bases de su futuro laboral.
“Estoy disfrutando en cada una de las clases”
Un total de 11 jóvenes que provienen de diferentes entidades como Cáritas, Casal dels Infants, Fundesplai o La Fundació Pere Tarrés entre otras, son formados por los técnicos de fitness DiR en los diferentes centros de la cadena. “Cuando mi madre me confirmó que iba a empezar este curso, me dio muchísima alegría”, comenta una de las participantes, que tras unas semanas asistiendo a las clases, asegura que prefiere “pasar estas horas con los compañeros aprendiendo acerca del mundo del deporte, que pasar cada tarde en la calle o en casa perdiendo el tiempo”.
Aunque se trata de una introducción al mundo del fitness, el interés por la práctica deportiva no deja de crecer en cada uno de ellos, tal y como nos explican: “desde que he empezado tengo más ganas de entrenar en el gimnasio”, mientras por detrás se escucha “¡pues a mí me encanta el boxeo y ya me atrevo a meterme en el ring!”.
Del mismo modo, los profesores son testigos de cómo los estudiantes empiezan a ser más conscientes de la importancia que tiene realizar actividad física y llevar una alimentación sana para mantener un estilo de vida saludable. “Hay que comer de todo”, comenta uno de ellos, “sí, y tener disciplina con los horarios, comer siempre a las mismas horas y evitar las bebidas azucaradas o con gas”, le recuerda su compañera.
Formación teórica y práctica
Actualmente los alumnos se encuentran en la fase inicial del taller, no obstante, ya valoran positivamente la formación que reciben por parte de sus profesores, tanto en los aspectos teóricos vinculados a valores esenciales -que ellos son muy conscientes que les servirán en su desarrollo como personas-, como también la parte técnica.
Un claro ejemplo es que explican entusiasmados que han aprendido “recomendaciones de posturas, movimientos y posiciones del cuerpo, de cara a realizar los movimientos de forma correcta para cualquier actividad rutinaria”. Asimismo, el momento que más disfrutan son las sesiones de entrenamiento en la sala de fitness. En relación a las prácticas que realizarán más adelante en los distintos clubs DiR, aseguran que tienen “muchísimas ganas de empezar”.
A través de la participación en el taller, estos jóvenes están aprendiendo unos valores y unos hábitos saludables que prometen llevar a cabo y compartirlos con sus familiares y amigos, tales como el entendimiento mutuo, el respeto, poder romper con los estereotipos existentes en la sociedad y realizar una actividad que es un lenguaje universal en sí mismo.
En definitiva, una formación teórico-práctica fundamental para su desarrollo como personas adultas. Puedes conocer otras acciones sociales de la Fundació DiR clicando aquí.
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