La mayoría de médicos y profesionales de la salud recomiendan la natación por ser uno de los deportes más saludables
Sabemos que no es ninguna novedad decir que la natación es uno de los deportes más saludables que existen, pero quizás aún no sabías que recientemente ha sido considerada como el segundo deporte que reduce más el riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con el corazón o de tipo vascular, según los resultados del estudio publicados por el British Journal of Sports Medicine a finales de 2016.
Sin embargo, tal y como nos explica Rafa Soriano, Entrenador Personal de Clubs DiR y especialista en el método de natación Total Immersion, la natación es un deporte recomendable para cualquier persona pero hay que practicarlo con criterio, «porque hacerlo de manera incorrecta puede producir lesiones», añadiendo que «por ello es imprescindible un buen asesoramiento para poder disfrutar de este deporte sin sufrir riesgos».
Para Rafa, la natación «es un buen deporte para iniciarse en la actividad física porque se realiza en un medio mil veces más denso que el aire; el desplazamiento dentro del agua ofrece una resistencia natural que conjuntamente asociada al equilibrio, permite que todos los músculos del cuerpo trabajen».
Beneficios de la natación
Pero eso no es todo, porque tendríamos beneficios de la natación para dar y vender tal y como nos cuenta: «Mejora la resistencia aeróbica, la movilidad articular, la fuerza y la elasticidad de los músculos o el equilibrio, entre muchos otros, pero también tiene un efecto terapéutico anti-estrés muy importante y ayuda a reparar las neuronas dañadas mejorando la función cognitiva».
También habría que destacar todos los beneficios que aporta al sistema respiratorio, proporcionando a los pulmones una mayor capacidad de contracción y expansión, beneficiando a las células del cuerpo para que puedan suministrar de una manera más eficiente el oxígeno.
¿Cómo podemos empezar a entrenar natación?
Primero de todo, Rafa puntualiza que «lo más recomendable es consultar a un profesional para que realice una valoración y aconseje sobre el tipo de entrenamiento más adecuado en función del nivel técnico, la edad o las patologías de la persona», y continúa explicando que «muchas veces nadamos de manera incorrecta y no somos conscientes, porque el cuerpo actúa por instinto».
Después de esto, si ya estamos preparados para zambullirnos en la piscina, antes tendremos que «realizar estiramientos balísticos y diferentes ejercicios de movilidad» como podrían ser elevaciones frontales y laterales con los brazos, rotaciones, etc.
Una vez dentro de la piscina, lo más recomendable es «empezar con los estilos de crol y de espalda debido a que son más fáciles», y desaconseja realizar braza a partir de los 50 años, ya que «puede producir una hiperextensión lumbar y una comprensión cervical acentuada si no se realiza de manera adecuada «, por eso un buen asesoramiento es esencial.
Sobre la frecuencia de entrenamientos que habría que seguir, Rafa comenta que las primeras semanas se puede entrenar «entre dos y tres días a la semana» y añade que «a medida que se vaya cogiendo resistencia se podría practicar todos los días».
¿Que piensas?