Conoce la manera más eficaz para alcanzar todo lo que te propongas durante el año y detecta aquellas prácticas que no te aportan nada
Empezamos un nuevo año, celebrando por todo lo alto el fin de año, compartiendo momentos familiares, abriendo algún que otro regalo y, como no, pensando en los nuevos propósitos que vamos a cumplir este 2020.
Según cuentan diferentes estudios (sí, hay estudios para todo), aproximadamente un 60% de la población se plantea nuevos propósitos a superar, pero solamente un 8% son capaces de conseguirlos. Entre estos propósitos, el que más triunfa es “empezar una dieta o comer de manera más saludable”, escogido por el 71% de las personas. Muy de cerca le sigue el propósito de “hacer más ejercicio” (65%) y el podio lo completa “perder peso” (54%). La lista de los 10 propósitos más recurrentes lo cierra “pasar más tiempo con la familia y amigos” (13%).
Pero lo importante, ¿Porqué (casi) siempre abandonamos nuestros propósitos? Según la Doctora Shainna Ali, autora del libro “A Modern Mentality”, el fracaso a la hora de cumplir estos objetivos se debe principalmente a 4 razones:
- No has definido correctamente tus propósitos
- La presión por cumplir estos cambios acaban agobiándote
- No notar cambios a corto plazo produce desánimo
- Realmente no quieres cambiar tu situación actual
Por otro lado, el Doctor Joseph Luciani, famoso por sus libros de auto-ayuda disponibles en librerías de todo el mundo, asegura que “mientras no cambies tu manera de pensar, tus expectativas en cuanto a objetivos saludables no van a cumplirse” y añade que “ni apuntarse al gimnasio o empezar una dieta van a cambiarte, es tu mente la que debe cambiar”.
Entonces, ¿Qué es lo que no debemos hacer?
Básicamente es hacer lo mismo de cada año, plantearte un objetivo que no se adapta a la realidad, ya sea porque realmente no es lo que quieres alcanzar o porque todavía no estás preparado para ello. Evita centrarte en cómo aumentar tus bíceps o cómo bajar barriga y busca la solución en tu mente.
Lanzar el típico propósito al aire tan solo significa dos cosas, 1) que no le estás dando importancia a conseguir ese cambio en tu vida y, 2) que probablemente antes del 15 de enero ya formarás parte del 90% que no son capaces de conseguirlo.
Al fin y al cabo, la clave para conseguir cualquier meta es tener paciencia, ser insistente y mantener una disciplina, tres rasgos que, igual que tus músculos, se deben entrenar poco a poco para adquirirlos.
4 consejos para conseguir tus propósitos este año
Antes de pensar en reducir tu perímetro abdominal, ensanchar tu espalda o dejar de fumar, deberías entrenar tu mente con estos consejos que proponemos:
- Marca objetivos a corto plazo: ves semana a semana y paso a paso. Evita pensar en “dejaré de fumar este año” y piensa en “esta semana reduciré un 25% mi consumo”. Del mismo modo, a la hora de perder peso o de empezar a comer de manera saludable, no lo hagas de manera drástica y empieza el camino poco a poco.
- Confía en ti mismo/a: reconoce tus logros, aunque en un primer momento sean inapreciables, lo importante es que estás siguiendo el plan que te has marcado, eso de por sí ya puede considerarse un éxito. Si te marcas objetivos asumibles, en vez de proponerte comer verdura cada noche, tu confianza seguirá creciendo más rápidamente.
- Propón retos que puedas asumir: puedes introducir en tu día a día pequeñas pruebas que debas superar, por ejemplo eliminar el cigarro de después de comer; tomar el café sin azúcar; subir por las escaleras al menos una vez al día o ir a comprar al súper con tus propios tuppers y bolsas. Esta es otra técnica para seguir mejorando tu disciplina a la hora de conseguir tu propósito.
- Mantente positivo/a en todo momento: recuerda la famosa frase “cuanto más dura sea la batalla, más dulce será la victoria”. Nadie dijo que sea fácil alcanzar un propósito, pero para pertenecer al selecto grupo del 8% que logran sus metas, lo más importante es evitar caer en la negatividad. La antesala de la negatividad es el lamento o la queja, así que a partir de ahora no construyas tus frases o pensamientos como una queja, transfórmalas en intenciones.
¿Que piensas?