Estos alimentos serán los mejores aliados para combatir las infecciones causadas por virus y baterías, ideales para estos momentos de alerta por la pandemia del coronavirus
Ante la situación de pandemia en la que nos encontramos, desde el Departamento de Nutrición del DiR queremos aportar nuestro granito de arena. En este post, os explicaremos cómo tener un sistema inmunitario fuerte para combatir el Coronavirus si estamos en contacto.
El sistema inmunitario es la defensa natural de nuestro cuerpo contra las infecciones de bacterias y virus. Podríamos representarlo como un ejército de células que localiza y ataca cualquier agente extraño que entra en contacto con nuestro cuerpo.
La mayoría de células inmunitarias se encuentran en la microbiota intestinal, que es un conjunto de bacterias buenas que hacen de barrera natural contra los patógenos. Imaginemos como si fuera un campo de césped. Si tenemos el césped bien cortado y en buen estado, nuestra barrera será más fuerte y el ejército de baterías buenas podrá protegernos mejor de los virus que entren en contacto con nuestro cuerpo.
Pero, ¿cómo la nutrición puede ayudarnos a tener un mejor sistema inmunitario?
Nuestra alimentación puede afectar el estado de nuestra barrera de defensa. Algunos alimentos nos ayudarán a protegerla, y otros generan imperfectos en la superficie de este césped imaginario, y provocan dificultades para mantener una buena salud y más probabilidades de contraer cualquier enfermedad y ser infectados por un virus o bacteria patógena.
¿Qué nutrientes pueden ayudarnos a proteger nuestro sistema inmune?
Sobre todo las vitaminas A, E, C, B6 y B12, minerales como el hierro, cobre, selenio y zinc y el ácido fólico, que actúan como antioxidantes y antiinflamatorios.
¿Qué alimentos contienen estos nutrientes?
- Verduras: todo brócoli, col, coliflor, espinacas, tomate, pimiento, cebolla, zanahoria,
- Especies: potenciar el jengibre, albahaca, ajo y perejil, cacao puro…
- Frutas: todo kiwi, uva, fresa, frutos rojos, albaricoque, mango, papaya, limón…
- Grasas saludables: aceite de oliva virgen, frutos secos (maní, nueces, almendras, avellanas, coco rallado), semillas de chía, abogado, pescado azul…
- Lácteos: como el yogur, queso, leche o kefir y otros fermentados como el té kombucha, chucrut, kimchi, miso, temphe… Los fermentados sirven como probióticos, ayudan a que proliferen las bacterias buenas del intestino.
- Alimentos de origen animal: como el salmón, atún, huevo, ternera, pollo, pavo, mariscos…
- Legumbres: garbanzos, lentejas, judías, guisantes…
- Cereales integrales: arroz, avena, trigo integral, patata, boniato… Un consejo para mejorar aún más nuestra microbiota intestinal es crear almidón resistente, que alimenta las células intestinales y reduce la inflamación del intestino y mejora la absorción de minerales.
¿Cómo podemos crear almidón resistente?
El almidón es una molécula que contienen todos los cereales. Esa una cadena de azúcares dispuesta de una manera concreta. Imaginemos una cadena de perlas. Cuando nosotros cocinamos el cereal, se rompen los enlaces entre las perlas, y cuando enfriamos el cereal en la nevera, se vuelven a unir las perlas, pero en una disposición diferente a la anterior. Estamos creando almidón resistente. Cuantos más cambios de estructura hacemos, es decir, cuantas más veces calentamos y enfriamos el cereal, más almidón resistente estamos creando.
¿Qué alimentos, por lo contrario, tengo que intentar evitar?
Todos aquellos que contienen:
- Azúcares simples: como las galletas, dulces, refrescos y bebidas alcohólicas, cereales azucarados, zumos envasados, golosinas…
- Grasas saturadas: como la nata, chocolate, mantequilla, grasa animal, helados, bollería, pastelería, snacks fritos, platos precocinados…
¿Que piensas?