Un centro de yoga ofrece más posibilidades de las que imagina, conozca cuáles son para poder obtener el máximo rendimiento
Abrir un centro de yoga es una gran oportunidad para aquellas personas que quieren transformar su pasión en profesión y poder gestionar su propio centro de yoga, un negocio con grandes ventajas y muchas posibilidades para que acabe siendo una inversión rentable. Actualmente en nuestro país la práctica de yoga cada día es más popular como muestra la apertura de nuevas franquicias de yoga y que cada vez hay más seguidores a esta especialidad gracias a los beneficios que aporta tanto a nivel físico como mental.
No cabe duda que la principal actividad de un centro de yoga no es otra que ofrecer clases a sus usuarios y que el foco debe ponerse en ofrecer el mejor producto posible, pero existen otras oportunidades de negocio que debes tener en cuenta para sacar el máximo rendimiento a un centro de yoga. En este artículo queremos ofrecerte nuestra experiencia en la gestión de los centros de yoga YogaOne, que actualmente ya suman un total de 25 franquicias abiertas además de nuestros centros propios.
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Programar y escoger correctamente el tipo de clases
El hecho de que cada vez existan más practicantes de yoga puede ser una ventaja pero también algo que podría girarse en tu contra si no tienes la capacidad de responder a las demandas de aquellos usuarios más expertos que buscan modalidades de yoga más concretas. El consejo es que no debes limitarte a ofrecer “yoga básico” o “yoga intermedio”, para poder llegar al máximo número de practicantes necesitas ofrecer entre 6 y 9 modalidades diferentes de yoga a la semana, como ashtanga, vinyasa, dharma, hatha, kundalini, sivananda o yoga restaurativo, sin olvidar las sesiones semanales de introducción al yoga para nuevos usuarios y así cubrir todos los niveles.
Abrir un centro de yoga en una ciudad o un barrio donde ya existen otros competidores puede convertirse en una ventaja si tu negocio ofrece una propuesta de clases más variada, dado que atraerá la atención de los usuarios que ya practican yoga y aumentará las posibilidades para que acaben inscribiéndose en su centro.
También debes tener en cuenta que los horarios de las clases sean los adecuados en función de la zona donde esté ubicado el centro de yoga. Si es una zona puramente residencial, será más aconsejable situar la mayoría de las clases por la tarde, fuera de los horarios laborales.
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Ofrecer cursos y workshops
Los cursos y workshops especializados con maestros destacados están cada vez más demandados por parte de los usuarios debido al creciente nivel que existe en nuestro país, una oportunidad que no puede dejar escapar para diferenciarse de sus competidores.
Por un lado puede ofrecer cursos de yoga para futuros profesores de 100 o 200 horas en el centro, de esta manera cubres otro tipo de target más especializado. Por otro lado, organizar workshops durante un fin de semana con profesores reconocidos a nivel nacional y/o internacional es una opción que cada vez atrae a más público y es otra vía de promoción para dar a conocer el centro de yoga.
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Organizar retiros de yoga para crear comunidad
Los retiros de yoga en contacto con la naturaleza para descansar la mente cada vez cuentan con más seguidores. Escapadas de fin de semana donde poder practicar yoga, meditar y desconectar, mientras se disfruta del paisaje y la gastronomía de la zona es otra de las actividades que puede ofrecer un centro de yoga no solo para aumentar sus ingresos, sino para crear comunidad y fidelizar a sus usuarios.
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Contar con profesores de calidad
Escoger correctamente al personal de tu centro de yoga es uno de los factores más importantes para sacar el máximo rendimiento a su negocio. Necesitas contratar a profesores de calidad para ofrecer una experiencia única en cada clase, que cuenten con las aptitudes necesarias para enseñar yoga pero también para atender a las necesidades de cada usuario en la clase, que proporcionen un trato amable, agradable y profesional.
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La gestión del centro debe ser impecable
Algo que determina el éxito entre un negocio u otro es tener bien presente que cuidar los detalles marca la diferencia. Desde la atención al cliente hasta la temperatura de las salas, pasando por la limpieza del local, el olor, los colores predominantes, el mobiliario… todo debe estar en perfecta consonancia para ofrecer una sensación de tranquilidad, relajación, bienestar y armonía, algo esencial para la práctica de yoga y para que los usuarios se sientan a gusto.
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